Iniciación deportiva y la importancia de la formación en valores

El deporte se caracteriza por ser una actividad de realización de ejercicio físico y movimiento, en esta existe la competencia con uno mismo o con los demás, el seguimiento de ciertas reglas para el desarrollo del deporte que se practica y contiene un componente lúdico que se convierte en un medio educativo en todas las etapas del desarrollo y adicionalmente es una actividad que permite el desarrollo de capacidades, relación con los demás y estimulación de habilidades y capacidades físicas, motoras y cognitivas (Salguero, como se citó en Cuadros y Otálora, 2019).

Desde una mirada deportiva se entiende que la primera etapa del desarrollo de formación deportiva es la “iniciación” deportiva. Esta primera etapa de formación se caracteriza por un periodo en donde el niño o niña adquiere nuevas habilidades, destrezas, habilidades de socialización, de primer contacto con el deporte a través de actividades de enseñanza a través del juego, por lo tanto, tiene una perspectiva más pedagógica y motriz que hace que se garantice el desarrollo del niño en habilidades básicas de motricidad, movimiento y otras (Giménez y Sáenz, como se citó en Estero,2008).

Siendo entonces la iniciación deportiva una gran oportunidad para desarrollar diferentes capacidades sociales, psicológicas, motrices y cognitivas en los niños, es importante tener en cuenta que las actividades dirigidas en esta etapa deben responder a necesidades de los niños, intereses y posibilidades según su edad y desarrollo; siendo la diversión un aspecto fundamental para el aprendizaje y para que el niño encuentre la actividad como atractiva y desee realizarla de manera regular (Silva, Fernandes y Celani, como se citó en Estero,2008).

Debido a la etapa del desarrollo, el primer encuentro con el deporte será inicialmente el colegio. En donde los profesores de educación física y deportes son los primeros en introducir a los niños en la formación de las habilidades nombradas con anterioridad a través del deporte y la actividad física. Pero no debe ser solo en habilidades motrices, como lo nombramos anteriormente también para la formación de otras habilidades y valores sociales importantes desde esta etapa del desarrollo de los niños. Los profesores entonces deben proponerse la formación en actitudes y valores necesarios para la vida como la solidaridad, el respeto, compañerismo, disciplina, responsabilidad, autoestima, entre otros (Cabrera, 2006).

El deporte se convierte en un instrumento pedagógico al servicio de la educación en valores; por lo que varias investigaciones recalcan la importancia de educar en valores. La educación física, debe promover en los niños valores que pueda desarrollar, siendo estos valores un componente fundamental para el desarrollo personal (Cabrera, 2006). La recomendación es que las prácticas que se realicen tengan como objetivo el desarrollo integral del cuerpo y la mente, el autoestima, la responsabilidad, la autonomía, la aceptación de los demás, aceptación de las diferencias individuales, aceptación de las normas, compañerismo, cooperación entre otras a través de un clima pedagógico, lúdico y de disfrute para el niño; por otro lado, en esta etapa el niño debe aprender a competir limpiamente, a resolver conflictos, dialogar, ganar y perder sin menospreciar a los otros y disfrutar esta etapa, adquiriendo habilidades y valores que se pueden trasladar a otros ámbitos del desarrollo del niño (Cabrera, 2006).

No podemos olvidar a los padres de familia ya que juegan un papel vital en la educación de los niños y aunque no se presta tanta atención actúan como un ejemplo para los niños y su comportamiento influye directamente en los comportamientos de sus hijos (García-Calvo, Sánchez, Sánchez, Leo y Amado,2012). Los padres de familia y los profesores en esta etapa juegan un papel muy importante ya que su comportamiento, formación y énfasis en el desarrollo del deporte y la actividad física del niño influenciarán en su interés por continuar practicando el deporte y en su comportamiento no solo en el deporte sino en todos los ámbitos del desarrollo.

Por ejemplo en una situación de competencia en donde los niños lo ven como disfrute y juego, los padres podrían asumir estas situaciones como una discusión entre padres, reproches hacia los otros padres, entrenadores, uso de malas palabras, transmisión de emociones negativas como rabia, ansiedad y reproches en la retroalimentación dada a los niños, lo cual influye negativamente en desarrollo óptimo de los niños y los niños comienzan desde esta etapa a asociar las situaciones de competencia o cualquier situación de su realidad y de su vida como algo amenazante, de estrés y de emociones negativas. Por ende, la importancia de programas encaminados a promover desarrollo de valores a través del deporte que involucran no solo a los niños sino también a los padres y/o cuidadores.

REFERENCIAS

Amat, M., y Batalla, A. (2000). Deporte y educación en valores. Aula de innovación educativa91, 10-13.

Cuadros Niño, A. F., y Otálora Peñaloza, B. C. (2019). Implementación de juegos y deportes alternativos que permitan la inclusión deportiva en niños y niñas entre las edades de siete a doce años de la fundación (FUNDAR), ubicada en la localidad de Suba de la ciudad de Bogotá (Doctoral dissertation).

Estero, J. (2008). El proceso de formación deportiva en la iniciación a los deportes colectivos fundamentado en las características del deportista experto. Retos. Nuevas tendencias en Educación Física, Deporte y Recreación, (13), 28-32.

García-Calvo, T., Sánchez-Oliva, D., Sánchez-Miguel, P. A., Leo, F. M., y Amado, D. (2012). Escuela del deporte: valoración de una campaña para la promoción de valores. Motricidad. European Journal of Human Movement28, 67-81.

Cabrera, E. (2006). El deporte y los valores humanos. Journal of human sport and exercise1(1), 7-14.

Autora: Angela Rubriche Beltran
Psicóloga graduada de la Universidad El Bosque , Bogotá, Colombia. Las técnicas, tips y comentarios del presente blog se basan en un enfoque netamente cognitivo conductual y que surge a partir de la experiencia e intervención realizada con deportistas de diferentes modalidades deportivas. Actualmente, Psicóloga deportiva de la Federación Colombiana Deportiva Militar, Colombia. Con experiencia en intervención psicológica individual y grupal en deporte convencional y no convencional. Supervisora de proceso de práctica profesional de estudiantes de psicología con énfasis en psicología del deporte.