Como ya sabemos el deporte trae consigo un sin número de beneficios. A nivel psicológico varios autores concluyen que genera sensaciones de bienestar, estado de ánimo, mayor autoconfianza y autoestima (Morgan, como se citó en Ramírez, Alzate y Lázaro, 2002). Es por ello que si un deportista se ve obligado a interrumpir su actividad deportiva debido a una lesión se llevará consigo unas consecuencias psicológicas de la lesión, haciendo que esta afecte en su estado de ánimo, nivel de competencia, autoestima y autoeficacia (Ramírez, Alzate y Lázaro, 2002).
En el deporte de alto rendimiento se puede ver que el deportista esta expuesto a altas demandas físicas, tácticas, técnicas y psicológicas de acuerdo con el nivel deportivo en el que se encuentra y teniendo en cuenta que entre más profesional sea el nivel al que lo practica, mayor es la exigencia en todos los aspectos anteriormente nombrados (Berengüí-Gil y Puga, 2015). Una de las consecuencias que puede tener esta alta inversión de tiempo en entrenamientos, prácticas, competencias es el riesgo que tiene el deportista de sufrir lesiones, caídas, choques y golpes que terminen implicando un daño a nivel físico o fisiológico en el deportista; entendiendo entonces, que esto llevará a cabo el cese de entrenamientos, imposibilidad de competir, una alteración abrupta en sus rutinas diarias (Berengüí-Gil y Puga, 2015).
¿QUÉ ES UNA LESIÓN DEPORTIVA?
La lesión deportiva se define como una disfunción física durante la práctica deportiva o como consecuencia directamente de esta, que se genera por la influencia de factores situacionales, físicos, deportivos o psicológicos; estas lesiones pueden generan en el deportista disfunción, pausa de la práctica del deporte por el tiempo que exija la lesión, tanto en entrenamiento como en competencia, intervención médica, fisioterapéutica y psicológica (Palmi, como se citó en Bernárdez, 2021).
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¿POR QUÉ SE PRODUCEN LAS LESIONES?
Las lesiones se producen por una interacción compleja de diferentes eventos y múltiples factores de riesgo, generalmente se producen por dos tipos de factores:
- Extrínsecos: el deporte que practica, el uso inadecuado de las medidas de protección, condiciones ambientales.
- Intrínsecos: se refiere a factores fisiológicos, biomecánicos y psicológicos como por ejemplo la edad, la nutrición, la ejecución de la técnica inadecuada.
Autores como Andersen y Williams (1988), plantearon uno de los modelos más influyentes en donde se identifican todos los factores que predecían la lesión en el ámbito deportivo; este modelo llamado Modelo de Estrés y Lesión, es el modelo clásico que ha servido como base para gran parte de las investigaciones realizadas al respecto hasta la actualidad; este modelo, explica que el aumento de los niveles de estrés en el deportista generan un desgaste en la capacidad del individuo para afrontar de manera adecuada las situaciones a las que se expone lo que puede resultar en una lesión, haciendo énfasis en que la forma en la que el deportista percibe y evalúa cognitivamente las exigencias, determinará si este tiene los recursos mentales suficientes manejando la ansiedad o algún estado negativo o de malestar que lo conlleve a la alteración de su equilibrio fisiológico y atencional (Berengüí-Gil y Puga, 2015).
¿CÓMO AYUDAR A PREVENIR LA LESIÓN DEPORTIVA?